jueves, 15 de enero de 2009

EL VALOR DE LO CREADO

En la mente del hombre brilla el crear lo que cree necesario para la comodidad y que sea consumido con agrado por quienes se ven en que esta entre sus necesidades o caprichos o en el afán de poseer lo que para otros no esta a su alcance

Que suele suceder cuando la producción alcanza la desmesura, ya todos poseen lo que estaba en su deseo y se perdió el interés de poseerlo en este punto se pierde parte del valor hasta el extremo de que aquella floreciente producción ya no tiene futuro ya no es competitiva si no al quedar al alcance de cualquiera carece de interés y queda el mercado saturado

En todos los campos existe esta competencia, en agricultura salen nuevas variedades que en el momento son muy rentables pero pronto quedan sin valor ,en la automoción, enseres domésticos, muebles, radio y televisión, en todos brilla la innovación se introducen nuevas comodidades para que se continué en el trueque y se pueda seguir con la producción pero poco a poco tal como trascurre el tiempo cesa la necesidad creada y por la falta de adquisición se pierde el valor, cesan trabajadores las cosechas que ya no son tan rentables, también son un freno en mano de obra, en una palabra, es una cadena que bien unida mientras esta floreciente crea riqueza pero en el momento de que aparece la sombra de la crisis se va apagando paulatinamente su llama y aparece algo del sentido común, el dejar de adquirir lo que antes sin mirar la necesidad se adquiría quedando mucho de lo que no se vendió ofrecido a un bajo precio una infinidad de comodidades, esto es lo que da ha entender que ya no es competitivo.

Es la palabra crisis un motivo de alarma a todo nivel no es agradable esta situación pero se debe comprender que tras la abundancia entra el receso y a este punto es a donde se ha llegado y quizás este todo en la consonancia de que se produjo en un exceso llegando a que todo tenga su retroceso

Solución, quien la va ha encontrar, cuantas empresas podrán seguir produciendo algo que sea necesario y pueda competir con el mercado que a consecuencia de abrir los mercados exteriores bien da muestras de que al asentarse en este País esta creando alguna dificultad, exportar bien claro esta que si no es en calidad y precio para competir a donde se exporta tampoco creara futuro quedando lo producido a merced de ser vendido a un bajo precio.

Quien nos puede sacar de este atolladero, en quien se podrá confiar, serán los bancos los que podrán facilitar el dinero para salir de las deudas ocasionadas por no poder seguir por la falta de competitividad, o será el Estado quien con el dinero del contribuyente supla la falta del dinero gozado en anteriores paraísos.

Queda la incógnita pero yo diría que como los toreros antes de las corridas en el paseíllo suele decirse aquello de. “Que Dios reparta suerte” o aquello de “Que Dios nos pille confesados “y un porque no Que Dios ilumine, a quienes nos van a gobernar.
Esperemos con paciencia los acontecimientos ya que lo que se desprende de las noticias es que la solución es como las ventas, con facilidades y a largo plazo

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